Add parallel Print Page Options

22 Pero al amanecer del día siguiente, el sol proyectó su rojo resplandor sobre el agua, y esta se veía roja.

23 «¡Es sangre! —exclamaron—. Los reyes se han atacado y se han dado muerte unos a otros. ¡Vamos y recojamos el botín!».

24 Pero cuando llegaron al campamento de Israel, los israelitas salieron y los atacaron. Entonces los moabitas emprendieron la huida. Los hombres de Israel avanzaron y entraron en el territorio de Moab, destruyendo todo lo que encontraban.

Read full chapter